ANTECEDENTES



Los seguros son instrumentos financieros cuyo objetivo es responder, de manera económica, ante la ocurrencia de un evento desfavorable (siniestro). Por ello, en una situación desafortunada, el dinero pagado por un seguro representa una inversión para nuestra seguridad y tranquilidad.

En los últimos años, en nuestro país la demanda por los seguros ha ido creciendo, lo que ha propiciado que en la actualidad exista un gran número de instituciones que ofrecen una amplia variedad de productos para satisfacer necesidades específicas de la población.
Sin embargo, no hay que olvidar que esta situación trae como consecuencia que exista una mayor competencia, un mayor número de productos de seguros y con ello, más alternativas para quienes desean contratar algún seguro.
La variedad de productos ha hecho que no resulte sencilla su comparación; por ello, es indispensable contar con un mecanismo que lo permita. Es entonces que se establece la obligación para las instituciones aseguradoras de ofrecer productos básicos estandarizados, los cuales deben contar con un mismo modelo de contrato y con condiciones simples, con requisitos sencillos para la reclamación y pago de siniestros, y en los que, consecuentemente, el público pueda comparar fácilmente las tarifas que fijen las distintas instituciones.
Estos productos serán de gran utilidad para acercar los beneficios del seguro a personas que actualmente no cuentan con este tipo de protección, así como para promover la cultura de la prevención y, con ello, elevar la penetración del seguro en la sociedad mexicana.
Existen cinco seguros que cubren los riesgos básicos que enfrenta la población:

  • fallecimiento
  • accidentes personales
  • gastos médicos
  • salud
  • responsabilidad civil para el caso de automóviles.

Por otra parte, con el fin de difundir esta información entre el público, la ley también prevé que las instituciones aseguradoras informen mensualmente a la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros la tarifa total que cobrarán respecto de estos productos, en la forma y términos que la propia Comisión establezca.